Con una amena charla sobre los procesos de creación utilizados por Santiago de Salterain, terminó el ciclo de los niños y el cine. Acompañado por su hermana Lucía, actríz de más de veinte de sus cortos, contó a los cineclubistas sobre su pasión, el cine, que lo tiene atrapado desde sus tempranos 9 años. Un auditorio por parte asombrado por la solvencia en los conceptos y por la pasión que pone Santi en sus trabajos, se intereso en las técnicas de animación utilizadas en El Vendedor de Tiempo, que posee una cuidada estética y un original relato que le valió ya dos importantes premios. A la vez de festejar la frescura y espontaneidad del corto Monedas, exelentemente interpretado por Lucía. Santiago sigue trabajando en la búsqueda de su expresión cinematográfica y esperamos que pronto nos sorprenda con otra de sus producciones.
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