Miércoles 11 de setiembre. VOLAVÉRUNT- La amante de Goya.
Basada en la novela homónima de Antonio Larreta, ganadora del Premio Planeta en 1980, explora las relaciones entre la Duquesa de Alba con Godoy y Goya. Su argumento se centra en las circunstancias que llevaron a la muerte de la Duquesa de Alba, una de las mujeres más bellas y ricas de la época, cuando ella era la dama más envidiada de la corte, durante el reinado de Carlos IV.
La Duquesa de Alba, una de las mujeres más bellas, liberadas y ricas de la España, de principios del siglo XIX, ha muerto. Jugaba a competir con la reina María Luisa de Parma no sólo en el número de amantes, entre los que estaban Goya y Godoy, y de joyas, sino en las más ínfimas cosas. Su vida estuvo marcada por su competencia feroz con la reina y su frustración por no poder retener al hombre que amaba, Godoy. Su inesperada muerte en misteriosas circunstancias, se convierte en el punto de partida de una historia de amores y lucha por el poder.
En el guión, Bigas Luna vuelve a contar con Cuca Canals, coguionista de su "Trilogía ibérica" (Jamón, jamón, Huevos de oro y La tela y la luna), Está protagonizada por Aitana Sánchez-Gijón, Jorge Perugorría, Penélope Cruz y Jordi Mollá.
Bigas Luna prefiere definir Volavérunt como una película de miradas.
Bigas Luna contó que la película surgió de su enamoramiento de la novela homónima de Antonio Larreta, aunque de ella finalmente sólo ha quedado "el espíritu, el concepto y la inspiración. La Maja no estaba en el libro y el final es bastante más potente que la versión oficial, que achacó a unas fiebres la muerte de la duquesa.
Yo creo que con las adaptaciones pasa como cuando te enamoras de una chica: es mejor no conocer al padre, porque eso siempre te crea problemas". El director catalán contó, además, que el célebre cuadro de Goya es fundamental en la trama. "Goya estaba enamorado de la duquesa, y aunque la modelo no era ella, sino Pepita Tudó, pintó algunas partes de la duquesa. Fue el cuadro doblemente transgresor, porque era la primera vez que se enseñaba el vello púbico y la primera vez que Goya alteró el realismo".
Bigas Luna, un descubridor de nuevos talentos
Javier Bardem, Penélope Cruz, Ariadna Gil, Benicio del Toro y una larga lista de actores figuran entre los descubrimiento de Bigas Luna que, a lo largo de su amplia carrera cinematográfica que comenzó en 1976 con "Tatuaje", se ha destacado por su tino para encontrar nuevos talentos.
Suyos son los descubrimientos de Javier Bardem y Penélope Cruz en "Jamón jamón", rodada en 1992. Bardem fue protagonista también de otros filmes como "La teta y la luna" (1994) o "Huevos de oro" (1993) en la que Bigas Luna dio una importante oportunidad a Benicio del Toro, que actuó junto a Maribel Verdú.
Proveniente del interiorismo y del diseño industrial. Premio Delta de Oro ADI/FAD 1970. Bigas Luna se introdujo en el mundo del cine a mediados de los años 70, rodando en pequeños formatos. En 1976 rodó su primer largometraje, Tatuaje, pero será en 1978 cuando adquiera notoriedad con Bilbao, que sería seleccionada para el Festival de Cannes.
Ha rodado tanto en catalán como en castellano e incluso en inglés en el caso de la película Angustia (1987), siempre con un sello personal cargado de altas cotas de erotismo en todas sus películas, muchas veces relacionado con la comida, hacia la cual, según confesó, sentía una gran pasión.
Miércoles 4 de setiembre. LOS SANTOS INOCENTES.
Película dirigida por Mario Camus y protagonizada por Alfredo Landa, Terele Pávez y Paco Rabal, basada en la novela homónima publicada en 1981 por Miguel Delibes . Ganó la mención especial del jurado en el Festival de Cannes en 1981 y por sus interpretaciones, Alfredo Landa y Paco Rabal recibieron ex aequo el Premio de interpretación masculina.
"Si Buñuel despertó a la sociedad mexicana con 'Los olvidados' mostrando la miseria de la calle a un público que sólo veía el México florido del cine de Jorge Negrete, 'Los santos inocentes' (1984) recordó a muchos españoles la insultante cercanía en el tiempo de la semiesclavitud de su mundo rural. Mario Camus dirigió esta película basada en la novela homónima de Miguel Delibes que supuso un dardo de realidad en la memoria sentimental española. Cuenta Manuel Matji, uno de los guionistas, que un taxista le comentó cuando pasaban por delante del cine Coliseum en la Gran Vía madrileña, donde se ponía la película, que 'Los santos inocentes' era la historia de sus padres. Eso refleja la trascendencia que tuvo en la sociedad y su éxíto de público.
La acción transcurre en la Extremadura rural de los 60, en una gran latifundio donde vive una familia de campesinos rendida a la pobreza y a los designios de sus dueños. Paco el bajo (Alfredo Landa) es el padre de un clan que componen su mujer Régula (Terele Pávez), y sus hijos Quirce, Nieves y Charo, la 'niña chica', que sufre una cruel enfermedad, así como Azarías (Paco Rabal), el hermano de Régula, un hombre retrasado y sensible que es amante de la naturaleza. Al otro lado, la España de los señoritos, con su doble moral y lejana en espíritu a la miseria que les rodea, protegida por la defensa feudal de los que nacen ricos. Dos mundos que se rozan, pero no se tocan, salvo al final." (Jorge B. Montañés / Daniel Izeddin)
El trabajo actoral tuvo un enorme reconocimiento. Dirk Bogarde, el gran actor británico de 'Muerte en Venecia' y 'Portero de noche', se mostró estusiasta con la película y presidió el jurado de Cannes que premió 'ex aequo' a Rabal y a Landa. El festival más prestigioso del mundo se había quedado prendado con esta historia sobria y llena de emoción, e incluso la película obtuvo la mención especial del Jurado ecuménico, pero como ocurriría al año siguiente con 'El Sur' de Víctor Erice, se resisitió a otorgar a esta obra la deseada Palma de Oro. Al mismo nivel que Landa y Rabal, y ése es uno de los milagros de la película, con igual fuerza interpretativa que los premiados, encontramos a Juan Diego como el señorito Iván y a la ya citada Terele Pávez como Régula. Ambos personajes también han quedado grabados en nuestra memoria cinematográfica. Sin olvidar a Agustín González en el papel de Don Pedro, opresor de los más pobres del cortijo pero a su vez víctima de Iván.
A Delibes le gustaba mucho ver películas. Según desvela Matji, '¡Viva Zapata!' de Elia Kazan le marcó profundamente. Es, sin duda, uno de los autores españoles más adaptados -nueve de sus novelas han tenido versiones cinematográficas-, y, desde su habitual discreción, reconoció estar satisfecho con esta adaptación de Camus.
Después de algunos cortometrajes, en 1963 dirige su primer largometraje con "Los Farsantes" y "Young Sánchez". A partir de entonces, su carrera como director cultiva todos los géneros (comedias, suspense e incluso musicales). Serán las adaptaciones literarias realizadas sobre todo en los ochenta las que le proporcionarán mayor relevancia, sobre todo "La colmena" (1982), según la obra de Camilo José Cela, y "Los Santos Inocentes" (1984), de Miguel Delibes, película con la que Alfredo Landa y Francisco Rabal obtuvieron -ex aequo- el premio de interpretación del festival de Cannes. El reconocimiento por estas obras le llegó tanto a nivel nacional como internacional.
Por "Los santos inocentes" consiguió en la Bienal de Cine "Ciudad de Bogotá", en 1984, el premio a la mejor película; el premio Ecuménico a la mejor película, en 1984, en el Festival de Cine de Cannes; el premio al Mérito Artístico y a la mejor película en el Festiva de Cine de Alejandría, y también el premio a la mejor Película en los Festivales de Cine de Durban y de Varna, en 1985. Ha recibido también un premio Nacional de Cinematografía concedido por el Ministerio de Cultura en 1985, y un Goya al mejor guión concedido por la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de España por la película "Sombras en una batalla" en 1993.